domingo, 28 de octubre de 2018

El Greco, Toledo y rodillas doloridas

http://www.consorciotoledo.com/
     El año Greco nos ha llevado a Toledo. Ese pintor de nombre inverosimil que nos ponían en los test que pasaban por los colegios allá por los años 70, del que nos soplábamos que era "El Greco", sin saber quién era ni qué pintaba, es ahora uno de mis pintores preferidos. 
      Así que a primeros de junio, con la reserva hecha desde meses antes, nos fuimos un viernes tempranito para poder aprovechar bien el primero de los 4 días reservados.
     Llegamos  sobre las 12,30 y después de aparacar y comer nos esperaba ese prodigio de arquitectura renacentista que es el Hospital de Tavera o de San Juan Bautista  http://www.fundacionmedinaceli.org/monumentos/hospital/
         Hay que darle su tiempo a la visita para detenerse en sus dos claustros, hacer la visita guiada al museo y la farmacia de unos 45 mínutos, y por último entrar a la iglesia donde el Cardenal Tavera espera en su mausoleo, magnificamente esculpido, tal como puede verse en Tristana de Luis Buñuel y  disfrutar con los cuadros de Doménikos Theotokópoulos que aquí se encuentran: "El bautismo de Cristo", con un colorido y expresionismo que te atrapa, el sutil "Tabernaculo" con el "Cristo resucitado", la fuerza de una de sus "Lagrimas de San Pedro", la dulce belleza de "La sagrada familia con Santa Ana", el inquietante retrato del Cardenal Tavera, hecho a partir de su máscara funeraria, y un "San Francisco en oración" del que hay varias hipótesis. La cripta estaba cerrada en estas fechas.
        Con nuestra primera dosis de satisfacción pictórica, salimos y tras la visita de la fachada, nos tomamos un rico café en el bar que está junto enfrente donde nos recomendaron aparcar en el parking junto al Alcazar en  la parte alta. Está difícil en todas las zonas, porque donde donde no está prohibido está reservado para los habitantes, o es hora azul. 
        Dejamos las maletas en el alojamiento reservado, a través de una buena oferta de Venere  http://www.hotelsantaisabeltoledo.com/
perfectamente situado y cómodo. Es mejor pedir habitaciones de la parte reformada y del tipo estándar o superior. Tienen una preciosa terraza en la azotea desde donde se ve la catedral a un paso.
        Comenzamos a bajar y subir cuestas, una constante en los días que estuvimos hasta llegar  al Consorcio, un lugar a no perderse porque organiza visitas guiadas y casi todas gratuitas a lo que denominan "Rutas por el patrominio desconocido".
http://www.consorciotoledo.com/
          Aunque en el mismo edificio se encuentran las excavaciones de unas termas romanas, nos dirigimos hacia las cercanas "Cuevas de Hercules", un interesante lugar que está perfectamente explicado, como todos los que visitamos con ellos, en la página del Consorcio.
          Tras las cuevas, paseamos hasta la Mezquita del Cristo de la Luz que ya estaba cerrada, disfrutando de las vistas y de las puertas.
          De nuevo en el Alcazar, subimos a la excelente Biblioteca, donde tuvimos un recuerdo para Lelo, y en la torre-cafetería viendo las hermosas vistas nos tomamos una cerveza con una tapita. Recojimos el coche, muy caro el parking y al salir a la ronda exterior tuvimos la gran suerte de encontrar un hueco libre, sin ninguna restricción frente al Hotel ... donde se quedó todo el tiempo con unas bellas vistas al río y los cigarrales para él solito.
          Hicimos la vuelta por      , y aún nos dio tiempo de entrar en la Iglesia      abierta para misa.
           Cansados del día de viaje y cuestas, cenamos de raciones en un restaurante    que nos habían recomendado unos amigos que nos habían precedido en el viaje y antes de entrar en la habitación subimos a la terraza para quedarnos con la visión nocturna en la retina.


    

Cáceres bien merece una escapada

          Cáceres nos recibía el pasado puente de febrero.  Llegábamos con muchas ganas de  pasear por ella, eran muchos los años que no la visitaba y por fin volvía.  
          Buen Hotel, muy céntrico, cómodo y con buen precio, a través del buscador Venere que tenía de oferta el alojamiento en doble  a 45€:  http://www.hoteldoncarloscaceres.com/ 
          Llegamos el miércoles, anocheciendo en un día lluvioso que dejaba un bonito color sobre la piedra de los edificios. Nos dio tiempo para sumergirnos en su casco histórico, recorrerlo y pasear pausadamente entre palacios y fachadas iluminadas y calles solitarias. A la hora prosaica de cenar nos decidimos por el recomendado "Hornos 25", en la calle del mismo nombre muy cerca de nuestro alojamiento, que nos gustó mucho tanto en el estilo de la comida  como en  los vinos que tenían de la tierra.
         El jueves salimos temprano para aprovechar bien. Amaneció  plomizo y con lluvias intermitentes de poco calado. Reconozco que estos días me gustan. Las calles estaban aún con muy poca gente, ya se irían animando a medida que avanzaba la mañana. La iglesia de San Juan y su permanente vendedora de periódicos estaban brillantes de lluvia, y las cigüeñas perezosas no salían de sus nidos. 
Plaza e Iglesia de San Juan




        En  la Plaza Mayor,estuvimos contemplando junto al arco de la Estrella  la Torre de Bujaco a la que luego entraríamos, y el Foro de los Balbos por el que entramos al centro histórico,  recorriendo el adarve de Santa Ana, deteniéndonos en las bellas fachadas de sus numerosos palacios, para leer y disfrutar con sus detalles hasta llegar al postigo del  arco de Santa Ana, con  hermosas bóvedas de roscas características de la zona. 

  Casa del Rico, de los Becerra, de los Aldanas, de los Pereros, de los Ribera... En la página de turismo de Cáceres explican  sus características principales http://turismo.ayto-caceres.es/es/recursos-culturales.